martes, 21 de diciembre de 2010

Dos clases de creyentes




1 Corintios 3:1 "De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo."
Claramente el apóstol Pablo clasifica a los cristianos en: los espirituales y los carnales. Lo siguiente, es un pequeño texto del libro "El Hombre Espiritual" del hermano Watchman Nee, que deseo compartir con ustedes para edificación; libro que recomiendo que compren y lean. Compren original y dile NO a la piratería "cristiana".
"... Un cristiano espiritual es aquel en cuyo espíritu mora el Espíritu Santo y cuyo ser es gobernado por El. ...un cristiano carnal es uno que, habiendo nacido de nuevo y habiendo recibido vida de Dios, no puede vencer su carne, y por el contrario, esta lo vence... Un cristiano carnal, entonces, es aquel que obedece a su alma y a su cuerpo para pecar y para conducirse."
El autor del libro revela que si un cristiano permanece por largo tiempo en la carne, la salvación no se perfeccionara en aquella persona y que esta salvación solo se perfeccionara cuando el creyente crezca en la gracia y llegue a ser espiritual, también nos dice que el objetivo del sacrificio de Cristo en la cruz es: "...que todo pecador sea regenerado y para que todo hombre regenerado llegue a la condición de un hombre espiritual capaz de vencer la vieja creación."
Me pregunto, Cuantos de nosotros hemos podido vencer la vieja creación?, Cuantos de nosotros hemos llegado al nivel espiritual que Dios desea ver en nosotros?, Cuantos de nosotros estamos realmente listos para el arrebatamiento?, Serán acaso los "cristianos" carnales arrebatados juntos con los que alcanzaron el nivel espiritual que Dios quiere en su iglesia? Hago estas preguntas para meditar sobre nuestra vida cristiana.
Es triste ver un culto de jóvenes donde no esta presente el Espíritu de Dios, sino la carne a través de sus luces como la de disco y la vida social. Es triste ver un encuentro de jóvenes en Cristo sin espada, ósea sin Biblia, y que imponen un pacto de silencio, conmueven las emociones pero no el espíritu. Es triste ver a un(a) hermano(a) con un corazón lleno de amargura y sin amor. Es triste ver a alguien entrar vacío a una iglesia y salir vacío de ella. Que triste es ver a un(a) líder llenar su intelecto de carne, para después escribir, compartir y practicar carne. Todas estas cosas son movidas por nuestra errada voluntad y erradas emociones de nuestra alma que nos confunde y que idolatran a nuestra carne y no deja que la salvación se perfeccione en nuestro ser. Debemos aprender a dejar que el Espíritu de Dios obre libremente en nuestro espíritu y haga que la voluntad de nuestra alma mueva a nuestro cuerpo, todo nuestro ser, a adorar a Dios en espíritu.



Publicado por elsmithbo11.

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