sábado, 11 de julio de 2015

Quitate El Velo

2da a los Corintios 3:13-18
Moisés se ponía un velo para que los hijos de Israel no pusieran sus ojos en aquella gloria que habría de desvanecerse. Pero la mente y el corazón de los judíos se endureció y ellos perdieron toda percepción y agudeza de las cosas espirituales, que hasta el día de hoy se colocan un velo para leer el Antiguo Pacto. Hoy en día muchos llevan este velo sobre sus mentes y corazones, esto es el velo que embota los sentidos espirituales y te lleva a la religiosidad e hipocresía. Cuántos de nosotros llevamos puesto este velo en nuestra vida cotidiana, al asistir a un culto o reunión cristiana? 

Los fariseos llevaban este velo espiritual por eso no pudieron entender que Jesús es el Mesías y perdieron la agudeza de reconocer lo qué Él realmente haría como el Mesías. Así como los fariseos, andamos muchos de nosotros con una nula percepción de las cosas espirituales, muchos de nosotros hemos perdido la agudeza del entendimiento de La Palabra. Nos hemos conformado a que Jesús sea solo el Salvador, nos hemos amoldado a una cristianismo "light" y dominguero, en la casa somos uno y con los amigos somos otro, en la iglesia somos "cristianos" pero cuando salimos del templo volvemos a la realidad celos, iras, contienda, murmuraciones, borracheras, vicios e impurezas sexuales, mentiras, corrupciones, sobornos, fornicaciones, adulterios y demás frutos de la carne; otros sin vergüenza en la cara, practican eso dentro de la iglesia. Muchos llevamos puesto el velo de la religiosidad, mediocridad e hipocresía porque no ha habido un verdadero arrepentimiento por consecuencia no ha habido una verdadera conversión al Señor, no lo hemos dejado entrar como aquel que gobierna y manda en nuestra vida, no somos capaces de decir "heme aquí Señor envíame a mí", "hágase tu voluntad y no como yo quiero" y hemos llegado a considerar que el gobierno es mio y no de Dios.

Solo una verdadera conversión al Señor, Dios gobernando nuestra vidas, quitará el velo de la religiosidad, mediocridad, hipocresía, malicia, inmundicia sexual, corrupción, sobornos, mentiras, celos, pleitos, contiendas y demás frutos y raíces de pecado, iniquidad y rebelión. Solo el gobierno de Dios en nuestras vidas traerá libertad de todas estas cosas y solo así podremos contemplar la única y verdadera gloria de Dios. 

"Pero cuando se conviertan al Señor, (el gobierno de Dios en nuestras vidas) el velo se quitará. El Señor es El Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad".

Arrepintámonos y convirtámonos a Jesús, al gobierno de Dios!

Publicado por: elsmithbo11

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